Cada reloj antiguo, en su caja, en sus mecanismos, en los materiales que utilizo su fabricante, atesora la identidad de la época que le dio origen, en un perfecto ensamble de ciencia, técnica, oficios, arte, estilos de vida, y otros elementos propios de un determinado momento histórico.
Cada reloj antiguo además, fue testigo de historias de vida, y para muchos de sus actuales poseedores guarda el recuerdo de momentos imborrables.
Trabajamos para ayudar a preservar todo ello. Orgullosos de sentirnos partícipes concientes de la continuidad de LA CUERDA DEL TIEMPO, en un mundo que por el vértigo de su giro va forzando al ser humano a perder la noción del tiempo y de su propia historia.
Modalidad de trabajo y criterios aplicados
Una pieza antigua intervenida de manera inadecuada, mediante acciones tales como el reemplazo de piezas originales -que hubieran sido recuperables- por otras nuevas, o la utilización de lustres, barnices o pinturas modernos para hacerla lucir como nueva, pueden hacerle perder mucho de su valor.
En LA CUERDA DEL TIEMPO recuperamos cada pieza de relojería antigua llevándola a una condición lo más próxima posible a su estado de origen, tanto estético como funcional, privilegiando la concepción del fabricante y los materiales, mecanismos, piezas y acabados utilizados por éste.